Mostrando entradas con la etiqueta Caudete. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Caudete. Mostrar todas las entradas

lunes, 11 de marzo de 2013

Inmortales 2013

Después de tanto tiempo sin hacer una crónica de una marcha, vamos a intentarlo lo mejor posible. A las 6 de la mañana me recoge Mundo y Ángel y salimos zumbando para Caudete. En la estación de La Encina nos esperan los albarrobles y Villa. Nos ponemos al día mientras echamos un cafelete y cogemos el camino rural que nos lleva a Caudete. Ya se veía la cuestecica de los molinos y se veían como batían las aspas de la fuerza del viento. 

Aparcamos los coches como podemos y autógrafo de recuerdo para recoger el detalle, bote de aceite, gorro pasamontañas y un llavero de recuerdo de la décima edición de La Inmortal. Nueda y el resto de compañeros de Las Dos Ruedas se han liado un poco para llegar y al final los hemos visto ya he Caudete.

Se acerca la hora, calentamos por la zona un poco para ir a colocarnos los últimos del pelotón, para que vamos a estar chafando horquilla, el recorrido te ponía en tu sitio en los primeros doce kms. Alfonso y Javi se vienen atrás con nosotros (Mundo, Nueda, Ángel, Emilio, Jota, Bruno y Pedro Montejano), Juancho en su corralito como buen gallito (que está fuerte, el jodio).

Salida y poco a poco vamos avanzando, se nota que es una maratón y la gente no sale tan fuerte, nada más coger el camino asfaltado Ernesto de BTT La Medusa, nos llama la atención y charlamos un ratejo. Voy mirando de reojo el pulsometro, 165 ppm, malo, charlando y ya vamos así, el camino asfaltado va picando pero no me esperaba tener tantas pulsaciones tan pronto. Subimos un poco, Mundo, Ángel y yo y giramos a la izquierda por la pista que nos lleva al principio de los molinos, a 500 m. ya se ve que la cosa se empieza a endurecer. Javi, Nueda, Villa y Alfonso van a su chano, junto con los compañeros de Las Dos Ruedas.


Una curva de izquierdas nos enseña la subida, se ve toda tiesa, molino tras molino, las pulsaciones no bajan de 180, si, lo confieso, me he pasado dos horas en zona 5, me he cargado cuatro meses de entrenamiento, pero eso es otra historia. Juancho se ha dejado caer y lo hemos alcanzado, pero Ángel tiene que llevar su ritmo. Así que, los tres (Mundo, Juancho y yo) hacemos grupeta para subir los dichosos molinos. El viento hace acto de presencia, antes arropado por el pelotón apenas se notaba, ahora la gente se va quedando y notas como las rachas de viento te mueven la bici.

Con las pulsaciones desbocadas vamos subiendo y adelantando posiciones. Por suerte, nos encontramos con unos metros de falso-llano, que nos permiten respirar y tomar fuerzas, cae el primer plátano. Llevamos aproximadamente una hora subiendo y aún queda lo peor, curva a la derecha y toma más subida, más desnivel, más viento... Menuda bofetada que nos da el aire, las hélices dan miedo escucharlas, así que amorramos la cabeza y a pedalear que ya queda poco.

Senda a la derecha de bajada, ciclable 100%, aunque se nota que hay por ahí gente con bici nueva que no quieren estrenarla todavía, y bajan con mucha precaución :), no les culpo, yo también lo haría. Poco a poco, la senda pasa a ser camino y giramos a la derecha por otro camino con el viento de culo. Ángel, junto con Alfonso, se unen a nosotros. El equipo de los leones se ha reunido de nuevo, como diría algun biker más adelante.

La pista es rápida con el viento a favor hasta que llegamos un cruce a derechas y cogemos un camino roto que está hecho una pena, aquí nos volvemos a separar de Ángel, hasta que llegamos de nuevo a la pista que hemos subido de los molinos y vemos, a nuestro pesar, que están recogiendo el cartel de avituallamiento, en el km 20 y a mitad de grupo se han quedado sin existencias. Error garrafal.


Bajamos por la pista que hemos subido a altas velocidades, mi cuenta marca 69 km/h de máxima, el viento favorable nos hace ir como motos, aunque otro error de la organización, esta vez de señalización, una curva de derechas a altas velocidades con gravilla, no hay quien te avise si quiera de curva cerrada, muy cerrada, con un quitamiedos que te hace de catapulta si te estrellas contra él. Para colmo de males, la supuesta persona que tenía que estar ahí, estaba socorriendo (muy bien, hace lo que tiene que hacer) a una mujer con unos niños que había perdido el control del coche. En un lugar tan peligroso deberían haber previsto que si esa persona faltaba por un accidente como fue el caso, debería haber una señalización que te avisara del peligro. Siguiendo con el cúmulo de fatalidades, seguimos bajando y nos encontramos a varios vehículos de urgencias en sentido contrario. Juancho y Alfonso se adelantan pillando rueda de un grupo que nos pasa con más decisión de la que llevamos nosotros entre los coches.

Con todo esto, Ángel nos alcanza y bajamos lanzados hacia Caudete, pero sorpresa, antes de llegar, giramos a la derecha y me toca tirar de grupeta hasta Caudete, un par de kms que me queman, paso de hablar del pulsómetro, porque sigue sin bajar de 180 ppm, ayer la patata trabajo de lo lindo, para mi sorpresa y sin fallar :]. Volvemos a agruparnos los cinco y nos meten por una rambla llena de arena y barro, genial, a mitad de senda me piden un eslabón automático y siempre que se puede ayudar, pues se ayuda a quien sea. Llegamos a los toboganes del año pasado, cinco toboganes de subida durísimos que no puedo subir, ni el primero ni el tercero. Uy, los calambres me dan pequeños avisos, mal asunto. Así pasamos por meta con tres horas, pa flipar.

Llevamos 45 kms y seguimos sin ver un avituallamiento, tiro de barrita o de plátano, no me acuerdo, creo que los demás aprovechan para comer algo y empezamos a subir por caminos rotos. Por suerte, encontramos un avituallamiento, que parecía más un puesto de fruta del mercado a las dos de la tarde, vamos que no le quedaban ni las cascaras casi (he exagerado un poco :) coge varios trozos de plátano y me como otros dos. Paro lo justo y sigo avisando a los compañeros de mis calambres y que no puedo perder mucho tiempo de pie que si no, no llego a meta. Así que poquito a poco sigo subiendo por el camino roto ese. Los demás descansan algo más, excepto Mundo que me sigue.

El camino se convierte en senda y veo como Mundo puede pasar sin problemas los escalones y yo tengo que ir andando, mal para mis isquiotibiales que nada más pasar unas rocas me recuerdan que los estoy forzando, hecho mano de un trozo de plátano e intento pillar a Mundo que va un poco por delante. Voy penando, pero estoy convencido que puedo terminar, mientras se van acercando Ángel, Alfonso y Juancho que parece que va de paseo. Cuando ya creo que vamos a empezar a bajar, que ingenuo, recuerdo la cuesta de cemento, y las sendas rompepiernas, con toboganes imposibles. Los geles ya han caído y quedan 15 kms, estoy muy jodido de piernas, por el contrario la patata va de lujo, pero los calambres vuelven a apretar un poco después de se unan Alfonso y Juancho.

Mundo me da una glucosa del decatlon y le digo que no puedo más, pruebo a llevar cadencia y me aprieta más el músculo, se me sube a la entrepierna, el jodio. Así que como sabía que si no era llevar cadencia era ir atrancado, bajo piñones y le digo a Mundo que no puedo parar  que como pare me quedo en el sitio. Sin querer dejo a Mundo con Juancho y yo pongo mi ritmo, poco más atrás Alfonso y Ángel nos siguen.

Adelanto mucha gente con mis mismos problemas, algún accidentado en una ambulancia y otro que no sabía que hacer con un biker con calambres, temo tener que bajarme de la bici, y lo tengo que hacer en un par de veces, por suerte, los calambres me están respetando. Juancho me pilla y se pone a tirar de mi, me da un par de glucosas, por si llevaran magnesio para los calambres.

Al dar un giro por fin se ve Caudete, pero queda el tramo de rambla con arena (que bien cadencia para mis calambres) y barro y los cinco toboganes de subida y otros tanto de bajada. No sé si me ha podido más la cabeza que las piernas, pero en la arena he ido atrancado y la he podido pasar sin sustos y los toboganes los he subido todos (con un par) me he quedado flipao. 200 m. antes de meta paramos para esperar a los compañeros. aprovechamos para estirar. Llega Mundo a los diez minutos y sin aire va para meta, lo seguimos y nos vamos con él. 5 h. y 10 min., a los minutos llegan Alfonso y Ángel.



Volamos al coche para ducharnos y comer en el catering, que por cierto, a mi me ha gustado mucho. Vemos a los de Las dos ruedas y nos comentan sus desventuras con el tiempo de corte, Javi lo sabe mejor que yo que ha hecho el recorrido con Jota y compañía.

Mañana, cuelgo la foto de Javi, ahora pondré las que me ha pasado Alfonso. Si el año pasado la organización me pareció muy buena este año, ha tenido dos errores garrafales, aunque bueno, el primero, de señalización ha sido por la desgracia del accidente del vehículo, la falta de previsión de alimentos solido y líquido en el primer avituallamiento y dejarnos vendidos a partir del km 48, sin ningun avituallamiento más hasta el los 74 kms y pico que me han salido me parece que es demasiado. Desde luego como inmortales no nos hacía falta comer ni beber, me cachis.



Personalmente, pienso que ha sido muy duro, para la preparación que llevo, por todos los atenuantes, mucho viento, mucho desnivel, mucho viento, sin avituallamientos, mucho viento, con calambres, mucho viento :]

Esta es mi visión del maratón, seguro que el resto de robles tienen la suya. Por cierto, enhorabuena a Juancho que está como un toro.

domingo, 11 de marzo de 2012

Camino de Caudete perdí mi dorsal y otra cosa mas :P


A las 7 salimos para la BeeeeePe, la gasolinera, Mundo y yo. Los adictos al café (Josema, Balbino y Repu) se han metido su correspondiente chute de cafeína y el que escribe, con Mundo, estábamos poniendo una cámara a mi cubierta trasera, ya que el sellante que puse ayer no fue suficiente para tapar un pinchazo que tuve el domingo pasado.

Nuestro destino Caudete, ciudad de la clásica Inmortal, pero que por motivos reglamentarios del circuito provincial ha cambiado de nombre. En el área de servicio de Caudete quedamos con los compañeros de Albacete; Javi, Juancho y Alfonso. Nuevo café con foto de grupeta y camino de Caudete a firmar, recoger la bolsa regalo y calentar un poquito antes de ir al corral de las bestias :).

Javi vuelve a perder el dorsal y tiene que ir a incidencias a pedir otro, mientras los demás nos vestimos de corto, porque vaya caloruzo que ha hecho hoy y rodamos un poco.

No entiendo los nervios que tiene la gente en las salidas, todos metiendo el manillar, la rueda o lo que pueden (se ve que van a ganar) que ignorante soy. Y nada mas dar el pistoletazo de salida, caída, ni dos metros del arco de salida (si es que nos puede el ansia). Total, esquivo como puedo a los payos e intento seguir a Mundo, que el jodio, se ha escapado y no lo pillo hasta 4 o 5 kms después.

Por detrás, no se como va la cosa, pero los teníamos pegaitos en el corralito, así que supongo que no deben andar lejos los compañeros. Mientras salimos de la zona asfaltada y empieza un camino con mucha piedra suelta. La cubierta trasera patina de vez en cuando por lo pronunciado de algunas rampas y la tierra batida.

Ya estoy con Mundo y nos turnamos tirando, no es que vayamos a dar caza a nadie, pero estamos cómodos con un ritmo alegre. El primer pico no es tan terrible como parece en el perfil, pero el terreno hace peligrosa la bajada, muchos ansias por ganar lo que pierden subiendo (como si adelantaran al primero, joder, que hay 300 tíos delante). Pero la estupidez humana y la necesidad de adrenalina es muy mala combinación.

En fin, los caminos como digo, están peligrosos y hay que ir con cuidado, Mundo lo tengo a la zaga y nos aliamos con un Poco a Poco, y seguimos disfrutando de la maravillosa ruta. La senda de bajada por una rambla, con arenales de vez en cuando es entretenida, no tiene dificultad alguna y asi, poco a poco llegamos a los toboganes de subida, 3 metros, pero forman un pequeño tapón.


Yo me apunto a una carrera o a una kdd, o una marcha para intentar hacer todo lo posible sobre la bici, por lo menos intentarlo, pero gente alrededor que prefería subir andando, sin intentarlo, para que has venido entonces, me preguntaba. El primero lo paso sin problemas, pero el segundo casi arriba me patina la rueda trasera y me hace tener que echar pie a tierra, el tercero lo supero ahora vienen los de bajada, una gozada tirarte sin ver la senda, limpia como la patena, así 5 o 6 veces. Lo dicho, una gozada.

Paso por el pueblo 50 minutos después de la salida e iniciamos la segunda parte de la marcha con el compañero de Chinchilla, una vez tira uno, otra vez otro. Noto como el plan de entrenamiento hace su trabajo, recupero rápido, buena cadencia subiendo, pedaleo redondo y mis rodillas para fuera cuando aprieto ;P.

El camino se reduce a senda y donde unos metros mas adelante se hace impracticable, seguimos a pata durante unos 200 metros. La senda es preciosa, constantes subidas, bajadas, sube coronas, baja piñones y sobre todo limpia las sendas estaban muy limpias. Es una zona de pinar muy atractiva y la gente además de protección civil y cruz roja atentos en los puntos conflictivos. Destacar un rampon de cemento durisimo que me ha pillado comiéndome el plátano

Parada en el avituallamiento donde me pillo un pastelito de cabello de ángel y un aquarius. Tras dar una vuelta al cerro, prácticamente volvemos a cruzarnos por donde hemos subido. Las sendas se van sucediendo y entrelazando, algunas piedras ponen en aprieto a mas de uno, gajes del oficio. A mi compañero tanto rompepiernas le empieza a pasar factura.

Estamos en el km 35 y todavía queda subida para un ratico, el perfil engaña un poco, la siguiente senda es de subida y tengo que trincar a un Bicis Manolin del maillot porque se iba ladera abajo, ha pillado unas piedras y lo han desequilibrado. En el aperitivo me ha agradecido que lo trincara y le he contestado que seria un hijoputa si no te hubiera cogido, que aquí venimos a disfrutar no a eliminar rivales como alguno hace.

La bajada es tan rápida como peligrosa, el terreno sigue suelto (no ha llovido en todo el rato :). Y lo mejor es que volvemos a Caudete por el mismo sitio que hemos vuelto los toboganes de subida, que esta vez si que los he superado sin necesidad de poner pie a tierra y los de bajada a toda ostia.

La llegada, ya la vereis en las fotos, pero menudo show, yo lanzando besos al publico en general y a las mujeres en especial :), y cuando estamos bajo el arco entramos con la bici por encima de la cabeza. He acabado muy bien fisicamente y esto me anima a continuar mi preparacion para la gran aventura Madrid-Albacete en una jornada.

Duchas de escandalo, agua caliente todo un lujo. y el aperitivo final, barbaro, pizzas, empanadas de atún :(, fuentes de fruta variada, bocaditos de embutido, frutos secos, bizcochos, tarta de manzana y mucha cerveza. Refrescos no se si había :( nunca pregunto :). A la salida nos encontramos con Juancho y Alfonso que van a ducharse y nos cuentan que Javi no ha llegado, que el capi anda perdido por los cerros de Caudete.

Una llamada telefónica posterior, nos deja tranquilos, se había comprado un pájaro en una tienda que había junto al avituallamiento y lo llevaba con cuidado para que no se le cayera por esas sendas de Dios :).

Ay Javier!!! que sustos nos das!

Como valoración personal, me ha encantado volver a ver a los amiguetes de Albacete en una carrera, eso es impagable. Sin embargo, el lado oscuro del grandioso día han sido todos esos ansiosos que no respetan la posición, cuando vas el 300 o el 4000, que coño darán porque no me entero, a que viene la necesidad de meter la rueda donde no coge, a no esperar tu turno como educados que somos. Todo esto es lo que me hace seleccionar las carreras a las que asista. La organización ha estado genial.

Cuando cuelguen fotos ya las incluiré en la crónica. un abrazo y hasta la próxima



martes, 8 de marzo de 2011

Caudete Inmortal 2011






Salida neutralizada a las 9:00h de la mañana hasta aproximadamente 2 kilómetros, desde dónde iniciamos la subida de la marcha (Alto del Collado) y, tras un breve descenso, comenzamos el ascenso más duro y exigente, el referente de esta prueba): el parque eólico de la Sierra Santa Bárbara (km 12). Continuamos con una bajada bastante técnica que nos conducirá a la segunda subida importante de la mañana: el Alto del Remolcador (1050 mtrs).

Tras un bonito descenso por sendas y trialeras proseguimos con un trazado repleto de subidas y bajadas, un auténtico rompepiernas, hasta llegar al tercer nivel de la jornada en el kilómetro 38: La Casa El Aire (900 mtrs). Desde ahí, y después de varias sendas de bajada, nos enfrentamos a la última dificultad del recorrido en El Cerro de los Chotos (kilómetro 48). Después de esto, ya estamos casi en meta, con una bajada continuada hasta el final y llegada tras 62 kilómetros de esfuerzo.