lunes, 10 de septiembre de 2012

Tó los gatos son pardos



A las 7 de la tarde del sábado 11 amigos nos fuimos de excursión a las Lagunas de Ruidera; Mundo, Ángel, Pedro Pablo, Nueda, Josema, Juan Santos, Cañadas, Requena, Miguel y mi menda. Foto de los valientes, gracias al padre de Cañadas que además de fotografo, ha sido nuestro coche escoba.


 Bocatas, refrescos, plátanos, dátiles, etc. iba a ser nuestra cena. El camino del Quijote es bastante cómodo de recorrer, el reto era afrontar casi 6 horas de noche y empezar a preparar la marcha de los Calares (tiempo encima de la bici sin parar).

El atardecer se nos queda a la derecha mientras el viento en contra (suave) nos golpea en la cara. La temperatura es esplendida, pero enfrente amenazan nubes de evolución, o sea, tormentas en la Ossa y Ruidera. Con la duda de empaparnos, nunca de retirarnos proseguimos.

Los kms pasan y antes de llegar al 30, donde tenemos el primer encuentro con el coche escoba en la ctra. de Tomelloso, mi bolsa de herramientas dice que se encuentra mal y tiene que devolver todas las herramientas, cámara, etc. que llevo por el suelo. Uf! ya empezamos con los problemas, menos mal que es de día aún y solo pierdo un desmontable de los dos.

Después de cruzar la carretera seguimos camino de La Berruga, Las Isabeles, El Cabalgador hasta la Dehesa de las Cuadas, donde el camino se divide; recto a la Ossa, derecha a Ruidera, nuestro camino. La noche nos ha atrapado y solo se ven los relámpagos al fondo, no sabemos la dirección de la tormenta pero si que cada vez los relámpagos están más encima de nuestras cabezas.

Pero antes de cruzar la ctra. Ossa-Tomelloso, nos encontramos con los primeros charcos. Un poco de guasa, saltando por encima de ellos hasta que Mundo y Cañadas deciden encontrarse en el mismo charco. El encuentro se salda con la caida de Cañadas (250 ptos + 50 extra por sangre, suman 300 ptos) y un radio roto de Mundo.

Ruidera al fondo
 Cruzamos y enseguida llegamos a la zona de la cantera, mucha arena subiendo, cojonutem, ánimo que es poco, pero para darle más sal al recorrido nos empieza a llover. Dudo si parar para ponerme el chubasquero y antes de decidirme la lluvia nos abandona. Los  seis últimos kms (del 46 al 52) hasta Ruidera son de descenso, y los últmos 200 m por una senda

Nos dirigimos al Restaurante Guadiana, donde hemos quedado con el coche escoba, lo recogemos y bajamos a la plaza a cenar.


Y después de un rato de cachondeo con la Olvido, nos dirigimos hacia las Lagunas. El camino lo conocemos pero los charcos y el paso de los 4x4, nos obligan a tener mucha precaución, ya bastante tenemos con que puntúe Cañadas para revalidar su título. Cruzamos la cadena avisándola como 3 kms antes, y seguimos a la marcheta hasta que Juan Santos decide ponerle salsa a la pelea por el maillot del gorrinazo y avisa que se va a caer y un segundo después, cae. Hablo de caídas con cierta ligereza, y es porque son caídas sin importancia claro.

Hay quien duda de hacer la senda del camping; unos optan por continuar por la carretera y casi todos seguimos por la senda, aunque para la buena verdad, en este sentido la senda es mucho más complicada de hacerla montado en bici.

Giramos para coger la senda de la laguna San Pedro hasta la ermita del mismo nombre y enganchar con la carretera hasta el desvío del castillo de Rochafrida, donde Pedro Pablo tiene un amago de calambre y mientras  Pedro Rizos da aire a su rueda trasera (es la 2ª o 3ª vez ya). Y tonto de mi, en vez de hacer el recorrido de la carrera de la Ossa, sigo el camino del Quijote y nos saltamos un par de senditas (el año que viene las metemos, no sus preocupis).

Seguimos bordeando el arroyo que nos lleva para la Ossa de Montiel, y cogemos el carreterín que nos sube a las antenas (bueno, muy cerca de las antenas). El repecho se las trae, con tramos del 20% de desnivel, menos mal que es poco mas de un km.

Nueda y Pedro Pablo nos dejan en la Ossa, habían planificado hacer los primeros 80 kms. Cafetito o sucedáneo en la Ossa y continuamos marcha, ya de vuelta. La circunvalación nos provoca un pequeño contratiempo. La vuelta la hacemos a mil, con un ligero aire a favor, nos hace rodar a 30 km/h cómodamente.

Solo nos retiene la rueda trasera de Pedro de vez cada 7 u 8 kms. Hasta que quedando a penas 15 kms para el pueblo, rajo la cubierta, casi un cm. Rápidamente ponemos una cámara, mientras Josema, Requena y Pedro Rizos continúan para ir recuperando tiempo. Llegamos al poblado, cada mochuelo a su olivo que es muy tarde.

Esta es la crónica de la kdd Tó los gatos son pardos, el año que viene más. Si alguien tiene algo más que añadir...


3 comentarios:

MUNDO dijo...

Todavia siento nostalgia de que acabara. Menos mal que no me quede en la Ossa. Que guay

Miki dijo...

buaaaaggg!!! este sábado otra vez, ya está bien de madrugar tanto, ahora llegamos de madrugaá :)

Re que? dijo...

Y los conejos, que sus los comistis y no dijistis naaaa. Briboneessss