La mañana del 12 de Septiembre del 2015 comenzaba a las 4 de la mañana cuando se encontraban para ir a la tan esperada Titan de la Mancha (210 kms). A las 5 de la mañana llegaban a Álcazar de San Juan tres valientes de nuestro club Roble Bike, Miki, Juan Arenas y Diony representando a RXR Villarrobledo en esta competición. Empezando a preparar las bicicletas, colocando focos, luces traseras, dorsales, etc... A las seis menos cuarto, en la plaza donde se daría la salida, se juntaban alrededor de 230 bikers dispuestos a disfrutar de un gran día de bicicleta.
A las seis y diez, daban la salida controlada hasta las afueras de la localidad, cogiendo un buen ritmo, nuestros bikers cogían una buena posición antes de la senda de los conejos para evitar tapones. Además habría que tener cuidado ya que al ser todavía de noche tendría más peligro.
Saliendo de la senda, se dispondrían a subir los primeros molinos de Herencia. Sin llegar a sobrepasar la hora de tiempo transcurrido subirían el segundo molino de Puerto Lapice, donde encontrarían el primer avituallamiento, sin apenas entretenerse demasiado.
Sobre las nueve y media, se encuentran con un grupo de bikers que participaban en categoría individual con los cuales pasarian el resto del día entre risas. Marcando las diez y media más o menos, llegaban a Urda con muy buen ritmo y donde reponen fuerzas en el segundo avituallamiento. Así continuan y como no, sin parar de subir, preparándose para la subida más larga de todo el recorrido, La Claderina. Afrontándola mejor de lo que esperaban con un ritmo constante llegando a la cima y al tercer avituallamiento.
Después su camino les iba a llevar a la que quizás sería la subida más técnica y exigente, al molino del Fuente el Fresno, que cada uno imponiendo su ritmo conseguían culminar sobre las dos y veinte del medio día. Allí esperaba un taper de pasta que preparaba la organización y después de 140 kms apetecía y mucho.
A partir de este momento, las subidas y el ritmo impuesto durante toda la mañana comenzaría a pasar factura, comenzando el reto de verdad. Caminos muy sucios, muchos de ellos se podrían decir que abandonados, pero nos tocaba superarlos.
Así, ya camino a Álcazar y de conseguir la ansiada medalla de finisher, pasaban de nuevo por Puerto Lapice, Herencia y sobre las cinco y cuarto por los Molinos de Álcazar donde les marcaban por última vez el dorsal.
Ya no existía el dolor o el cansancio, a dos kms de su destino, pasaban por la línea de meta con un tiempo de 11 horas y 25 minutos con el 57, 58 y 59 puesto de la general.
Y el esfuerzo había merecido la pena, logrando proclamarse primeros por equipos habiendo hecho grandes amigos y pasando un grandísimo día.
Eso sí, el año que viene ¡repetimos!
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