lunes, 17 de octubre de 2011

De donde son los hombres... de El Carrizal


Con el permiso de Javi voy a hacer la crónica de este finde de lujo en Riopar. El sábado por la mañana nos presentábamos en El Carrizal; Juancho, Alfonso, Juan Ángel, JoséRa, Villa (Mortajas team), mi cuerpo físico (porque el mental y sus lagunas no se donde estaba) y el anfitrión, Javi. Con la compañía del Tío Enrique y del Tío Juan, que las cosas como son, si el año pasado el Tio Enrique nos cautivó, este año el Tío Juan no ha querido quedarse atrás.


Después del detalle de Juan Ángel con un vinaco con su nombre para los moradores de tan bello lugar, calentarnos con el tintorro y refrescarnos con la cerveza, nos comimos un forro, madre mía que forro, unas orejicas, padre mio que orejicas, torraicas por fuera y cremosas por dentro. Acompañado con una hogaza de la tahona de Riopar, nos metimos una comida digna de las mejores alcurnias.

en la sobremesa no faltó el querido orujo casero del Tío Enrique, orujo miel y orujo crystal (esta vuelta no tenía tanta calidad como el del año pasado, ea, no vamos a mear siempre cerveza;). Chupiticos al canto, cuando vemos aparecer una bicicleta volante, debido a la perspectiva visual donde estábamos no se veían los coches solo las bicis encima de la baca.

La tarde se calienta con los primeros Gin's y antes de ponernos cicateros decidimos bajar a dar una vuelta por Riopar, ver los stand publicitarios y saludar a los conocidos. 

Allí estaban los Mollà Calero promocionando el Bkool en el stand de Orbea Training, hablando de un loco que había subido el perfil para que la gente fuera cogiendo ansias (jeje), Bicicletas Vitoria, Trek, Catlike, etc... Por allí vimos tambien algún Quinto conocido, er Diego, y alguno más que no recuerdo.

Nos vamos a tomarnos otro Gin's al pub y aparece Marc probando una Occan nueva del stand de Orbea. Y a uno que yo me sé se le fueron los ojicos detrás de la bici, jajajaja. Así que Javi, se la pide, se da una vuelta y se va directo al stand de Orbea, a ver si queda alguna para mañana. A los 20 min. vuelve con una sonrisa de oreja a oreja. Bicicleta de estreno para los Calares del Mundo, 6.000 € entre las patorras :).

Se nos está haciendo de noche y volvemos a El Carrizal para cenar y hace acto de presencia Fran y la reportera más dicharachera de La Mancha. Macarrones con tomate para cenar y un pijama muy bonito para pasear :).

Bien cenados nos bajamos a Los Bronces a tomar un Belmonte (que el día lo merece). Y allí alguno encontró la perdición, su laguna estigia. El anfitrión se queda con Fran y Cintia. Que por cierto, Javi, que comimos oreja y forro, pero lengua no comimos, como estabas el sábado por la noche. Tanto hablar al final te quedaste con los amigos del pueblo rememorando batallitas, seguro, jeje. No pasa naá, uno habla lo que le da la gana.

Tranquilamente en El Carrizal nos tomamos otro Gin's para pasar una noche en la ópera y a la una y media de la madrugada tocamos diana, aunque algunos se acostaron antes. Y eso fue lo que durmieron, porque cuando caliento el gaznate me sale mi alma de contra-tenor y barítono junta. Pobrecicos la que les lié.

A las 4.30 aparece Javier por la choza, lo escucho entre sueños y ronquidos, y después de varias vueltas por la casa, no sé que buscaría, bueno, ah sí, paracetamol para la cabeza y las muelas. Y se une a mis solos como Tenor.

A las 7 ya estamos en guardia, preparativos, café con nervios, digo con leche unas galletas de chocolate, alguna galguería más y a terminar de prepararse, engrasar y encerar la bici y para Riopar.

Allí nos encontramos con el resto de Roblebikes - Las Dos Ruedas que van a participar en la marcha, Cañadas, Balbino, Josema, Paco Camacho, Nueda, Emilio, Alberto, el hermano de Alberto, Edu (S. Clemente, creo), me parece que no olvido a ninguno.

Como siempre nos vamos a la salida y ya hay chorrocientos delante, casualmente coincidimos con los Mollà  Calero al completo, Marc, Josep y José María.

Con un frío del carajo, a las 9 de la mañana empezamos la 8ª edición de la ruta de Los Calares del Río Mundo (mi 3ª). Durante 7 kms nos llevan por la carretera dirección Hellín, hasta que cogemos un desvío a la derecha y a los 200 m. empezamos a subir. Muchos bikers por todas partes, nos espera la subida a los calares, aproximadamente 13 km de subida, con mucha piedra, mucho tierra suelta, y mucho quejica, si quejica, que si hay tapones, porque hay tapones, que si hay que poner una cuesta larga para evitarlos, ¡uf! que cuesta más larga, que si el terreno está muy suelto y tiene mucha piedra. ¡QUE ESTO ES MOUNTAINBIKE Y EL TERRENO ES DURO Y EXIGENTE! ¡OÑO, QUE ESTÁS EN LA SIERRA! ¡QUE QUIERES DE LA SIERRA! En fín, quejarse por quejarse, que a 800 bikers no le va a gustar todo, siempre hay gente que se queja.

Después de una subida monstruosa, Balbino, Mundo y yo vamos juntos casi toda la carrera, paramos en el avituallamiento a comer algo y seguimos por la sendaca de los calares. El terreno es técnico, está pidiendo a gritos una horquilla buena, jeje. Pero como no tenemos, tenemos que ir despacio y con cuidado y en una de esas que te pega un frenazo el de adelante, casi me lo como y tengo que bajarme de la bici en plan chulo, por encima. Menos mal que todavía tengo reflejos y caigo de pie, sin embargo me cuesta el velocimetro. Haber si con un poco de suerte aparece.


Andar por encima de las nubes es para unos privilegiados como nosotros, que madrugamos para tener estos placeres, visitar el Cielo en La Tierra. Aunque el terreno parezca lunar :). Llegamos a la senda de bajada más técnica del recorrido, una señora va contando los que se han caído, sesenta y tantos lleva cuando pasamos, pues va a ser que se baja uno tranquilamente que ya habrá tiempo de disfrutar de sendas.






Y efectivamente un km más abajo o menos, ya se puede ir montado y casi hasta el final de la marcha, porque narrar no puedo narrar nada más que senda para arriba, senda para abajo, tajo a la derecha, tajo a la izquierda, tobogán, subida al puerto del arenal. Prácticamente el resto de la carrera es ciclable, algún pequeño lugar donde las fuerzas ya empiezan a faltar, escurren las ruedas, pero que en condiciones normales se puede hacer. Aquí me tenéis que echar una mano que con tanta senda, no sabía por donde iba.




JoséRa y Juan Ángel estaban en un punto intermedio para darnos ánimos




Los tiempos al final, lo de menos, una jornada de bicicleta espectacular, vaticinio de Ayna (6-N), seguro. Cervecitas al final con los colegas comentando lo espectacular de la marcha, montaditos de embutido y para El Carrizal.


Como teníamos a dos cocineros para terminar el día una arroz caldoso delicioso.



Tenemos que darle ánimos a Cañadas que por su caída en Riopar va a estar escayolado unas semanas, con posible rotura de escafoides, esperemos que sea eso posible rotura. Un abrazo campeón y a recuperarse lo antes posible.


Bueno chavalotes, el año que viene, con permiso de nuestro anfitrión, MAS... porque mejor va a ser complicado :)

2 comentarios:

MUNDO dijo...

Veo que en la sarten todavia queda arroz, que pasa que no habia mucha ganas de comer despues de las sendas tan guapas que subimos y bajamos

Jose Ra dijo...

¡Quedaba tu plato, paaaajaro!

Sólo mencionar dos cosas:

- Qué envidiaca (sana) que pase.

- Qué forro más bueno hizo Juan Ángel (¿os he dicho que es mi superheroe favorito?). El mejor forro que he probado en mi vida (no soy el único que lo dice, en tierra de forro, que esto no es Toledo, donde les da asco).

Hasta la próxima.

PD: Me tenía que haber ido con Javi, para lo que dormí... ;)